Sifaca de Coquerel

Propithecus coquereli

Tal vez el sifaca de Coquerel sea la especie más popular y mejor identificada gracias al programa educativo favorito de los niños entre 1999 y 2001: Zoboomafoo, quien dio a conocer a los lémures de forma mundial, pues gran parte de la población no tenía conocimiento sobre las características de estos grandiosos grupos de animales.

Anatomía

Son primates grandes con longitudes de la cabeza a la cola de hasta 1.10 m. Tan solo el cuerpo mide de 40 a 50 cm y la cola de 50 a 60 cm. Su peso se mantiene entre 3.5 y 4.3 kg.

Son hermosos a la vista. La mayor parte de la coloración de su pelaje es entre un color blanco y crema con algunas zonas amarillentas, sobretodo en la base de la cola, en la frente y en las piernas. En la espalda muestran una gran mancha de pelo gris que igual puede percibirse en la cola. Una de las características son las partes de pelaje rojo intenso distribuidos sobre sus muslos, hombros, pecho y la cara exterior de los brazos.

Se distinguen por sus «parches» de pelaje rojo en muslos, hombros, pecho y la cara exterior de los brazos.

No podemos olvidar su peculiar rostro expresivo con grandes y redondos ojos amarillos. La cara desnuda es de color negro con cortos pelos blancos sobre la nariz. Todo ello viene enmarcado por un conjunto de pelaje blanco que libra la parte de sus orejas negras. El contorno del rostro es tan bien delineado que pareciera haber sido cortado con mucha minuciosidad. Para rematar el contraste de colores en su anatomía externa, su lengua es de un fuerte rosa muy llamativo.

Al igual que otras especies de lémur, poseen un peine dental con el que se asean y raspan la fruta.

Información sobre el Sifaca de Coquerel
Sifaca de Coquerel – Propithecus coquereli

Distribución y hábitat

Se localiza al norte de Madagascar, en una pequeña fracción que se limita a la región central. Habita desde cerca del nivel del mar hasta 300 m de altitud.

Su ecosistema está rodeado de árboles de hoja caduca y perenne, así como por matorrales y manglares costeros.

Comportamiento y comunicación

El sifaca de Coquerel llama mucho la atención por sus graciosos desplazamientos en el suelo; esto es porque realiza saltos verticales a gran velocidad que exigen un cierto balance en sus movimientos, algo que nos regala una escena de la naturaleza muy encantadora.

Conviven en grupos sociales formados por 3 a 10 miembros con edades y géneros sexuales diferentes y variables. Las hembras son dominantes y tienen preferencia ante los alimentos y a la elección de su pareja sexual.

Las disputas agresivas por territorio no son frecuentes, pero sí suelen advertir sobre su espacio territorial por medio de sonidos y comunicación corporal.

Alimentación

Dedican hasta el 40% de su tiempo en la búsqueda de alimentos.

Dedican hasta el 40% de su tiempo en la búsqueda de alimentos, cubriendo hasta 1,000 metros en un solo día.

Su dieta incluye hojas, brotes, flores, cortezas y frutas, todo dependiendo si se encuentran en estación seca o en temporada de lluvias donde el alimento es más abundante.

Los sifacas de Coquerel comienzan a comer alimentos sólidos y hojas a la corta edad de tres o cuatro semanas.

Características del Sifaca de Coquerel.
Sifaca de Coquerel en una reserva natural.

Reproducción

Ambos sexos alcanzan la madurez sexual a los 2.5 años de edad.

Una sola hembra puede acoplarse con un solo macho o puede elegir aparearse con varios miembros de su grupo o de otros. Aunque entre ellos ocurren peleas para conseguir a la hembra, eso no significa que serán los elegidos; sean los triunfadores o no, es ella quien decide a su pareja sexual. Esto es algo muy asombroso en la naturaleza, pues con la gran mayoría de los animales una hembra elige siempre al macho más fuerte y capaz.

Los nacimientos se dan entre junio y julio tras un período de gestación de 162 días. Durante las primeras tres o cuatro semanas la cría se aferra en el pecho de la madre, pero después de ese tiempo el peso y tamaño es mayor, por lo que mueven hacia la espalda, donde pueden permanecer hasta los 6 meses de vida. Después de esos seis meses los pequeños se vuelven independientes y al año ya tienen el tamaño de un adulto.

Amenazas

Estado de conservación: en peligro de extinción.

Es una especie que se encuentra en peligro de extinción por los mismos motivos que todos los lémures de Madagascar enfrentan: la destrucción de su hábitat, la caza y las quemas.

Cada año enormes hectáreas de bosque se pierden con el fin de obtener carbón vegetal con las maderas y limpiar zonas para generar nuevos pastos que alimenten al ganado o sirvan para la agricultura, y aunque existen áreas protegidas, tristemente también ahí se cometen tales actos. Para muchos miembros de la autoridad local valen mucho más los intereses económicos que la riqueza natural de nuestro planeta.

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